domingo, 26 de junio de 2016

Visita del Papa a una residencia de sacerdotes ancianos y enfermos

Una vez más, el pasado 20 de junio, el Papa Francisco salió del Vaticano por sorpresa para visitar una residencia de sacerdotes ancianos a las afueras de Roma. Otro gesto palpable de cómo intenta vivir el Jubileo de la Misericordia.

En esta casa viven 21 sacerdotes ancianos, algunos muy enfermos. Se han gastado durante toda la vida para ayudar a las personas, y el Papa fue para darles las gracias: "Me da mucha alegría visitaros. Vengo para daros las gracias", les dijo. También les regaló unos libros y una botella de vino del Jubileo.

Saludó uno a uno a los sacerdotes, y les dijo que sueñen con el bien que todavía pueden hacer por la Iglesia. Les pidió que recen para que haya muchos y buenos sacerdotes jóvenes.

También Francisco dio las gracias a las personas que les atienden. La visita fue breve, pero emocionante. Además, esa misma tarde, el Papa visitó otra comunidad de sacerdotes, que, como explicó el Vaticano sin dar detalles, están en tratamiento para recuperarse de problemas.

jueves, 23 de junio de 2016

Preparando la Jornada Mundial de la Juventud (Polonia, julio 2016)

La Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia (26 al 31 de julio) podría recibir a al menos 30 mil jóvenes españoles. Así lo ha anunciado la Conferencia Episcopal Española (CEE). Hasta el momento han realizado la preinscripción a través de la web oficial de la JMJ, 30.000 jóvenes pertenecientes a las diócesis españolas, movimientos y congregaciones de ámbito nacional. Las diócesis que hasta el momento cuentan con una mayor presencia inscrita son las diócesis de Madrid, Getafe, Pamplona, Valencia, Toledo y Sevilla.
Los obispos que acompañarán a sus jóvenes son 54. Algunos de ellos “han sido invitados a dar las catequesis en lengua castellana que tendrán lugar en diversas parroquias de Cracovia en las mañanas del miércoles, jueves y viernes, durante las Jornadas”, anuncia la CEE.
Las opciones para el viaje son tresEn primer lugar está la opción “peregrinación larga”. Se trata de dieciséis días realizando un itinerario espiritual-cultural, por varias ciudades de Centro-Europa, hasta llegar a Cracovia. Comenzarán por Berlín y Praga, para finalizar, después de acabar la JMJ, en Viena. Estos mismos jóvenes, participarán en los Días en las Diócesis. Durante cinco días convivirán con familias locales en la ciudad de Poznan (Polonia). Después de esos días viajarán a Cracovia para la Jornada Mundial. Las 870 plazas que se ofrecieron para esta propuesta, fueron completadas en el mes de enero.
La segunda propuesta es del 20 de julio al 1 de agosto, comenzando en Poznan para los Días en las Diócesis, viviendo en familias y acudir después a la JMJ. Por el momento, se han inscrito 500 jóvenes.
El tercer viaje, más corto, inicia el día 24 de julio, directamente para participar en los días de la JMJ en Cracovia.


El día 25 de julio todos los grupos viajarán al Santuario de la Virgen de Czestochowa, para la santa misa en la fiesta de Santiago Apóstol. Esta celebración será presidida por el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y Presidente de la CEE.  Al finalizar la eucaristía tendrá lugar un encuentro festivo en ese mismo lugar, con la participación de grupos de música cristiana como La Voz del Desierto, Jesús Cabello, Toño Casado o el padre Damián. También se escuchará el testimonio de jóvenes participantes en el encuentro.

martes, 21 de junio de 2016

Compartir la tristeza de todos y trabajar para transformarla en alegría

Esta idea del título de la entrada es la que quiso trasladar el Papa Francisco en la audiencia jubilar del 13 de mayo pasado. A continuación un resumen de sus palabras.
Entre los aspectos de la misericordia, hay uno que consiste en sentir piedad o apiadarse de los que necesitan amor.
La pietas, la piedad, es un concepto presente en el mundo greco-romano, donde se indicaba un acto de sumisión a los superiores: sobre todo la devoción a los dioses, después el respeto de los hijos hacia los padres, sobre todo ancianos. Hoy, sin embargo, debemos estar atentos a no identificar la piedad con el pietismo, bastante difundido, que es solo una emoción superficial y ofende la dignidad del otro.
Al mismo tiempo, la piedad no se debe confundir con la compasión que sentimos por los animales que viven con nosotros; a veces se siente esto hacia los animales, y se permanece indiferente hacia el sufrimiento de los hermanos.
La piedad de la que queremos hablar es una manifestación de la misericordia de Dios.
En los Evangelios se habla del grito espontáneo que personas enfermas, endemoniadas, pobres o afligidas dirigían a Jesús: “Ten piedad” (cfr Mc 10,47-48; Mt 15,22; 17,15). A todos Jesús respondía con la mirada de la misericordia y el consuelo de su presencia. En estas invocaciones de ayuda y petición de piedad, cada uno expresaba también su fe en Jesús, llamándolo “Maestro”, “Hijo de David” y “Señor”. Intuían que en Él había algo extraordinario, que le llevaba a ayudar y salir de la condición de tristeza en la que se encontraban. Percibían en Él el amor de Dios mismo. Y también si la multitud se aglomeraba, Jesús se daba cuenta de esas invocaciones de piedad y se apiadaba, sobre todo cuando veía personas que sufrían y heridas en su dignidad, como en el caso de la hemorroísa. Para Jesús sentir piedad equivale a compartir la tristeza de quien encuentra, pero al mismo tiempo a trabajar en primera persona para transformarla en alegría.
También nosotros estamos llamados a cultivar actitudes de piedad delante de tantas situaciones de la vida, sacudiéndonos de encima la indiferencia que impide reconocer las exigencias de los hermanos que nos rodean y liberándonos de la esclavitud del bienestar material.
Miremos el ejemplo de la virgen María, que cuida de cada uno de sus hijos y es para nosotros creyentes icono de la piedad.

lunes, 20 de junio de 2016

Jubileo del Espectáculo ambulante y popular

El Aula Pablo VI en el Vaticano se convirtió el pasado 16 de junio en el escenario de los artistas callejeros que se encuentra en Roma para celebrar su Jubileo.



Primero un grupo de bailarines de Kenia ha actuado a la llegada del papa Francisco. Después fue el turno de un titiritero que con marionetas provocó carcajadas a todos los presentes, incluido el Santo Padre que seguía con atención y diversión la representación. Música interpretada por el grupo chileno ‘el pastelito’, y las acrobacias de un grupo de jóvenes artistas y de cuatro hermanos han cerrado el turno de las actuaciones. Incluso, un tigre y una cría de pantera han pasado por el escenario y el Pontífice se ha acercado a acariciarlos.., con un pequeño susto. Todo ello en un ambiente festivo y alegre como era propio para esta ocasión.


“Artesanos” de la fiesta, de la maravilla, de la belleza: con estas cualidades enriquecen la sociedad de todo el mundo, también con la ambición de alimentar sentimientos de esperanza y confianza. Así ha definido el papa Francisco a los feriantes, artistas callejeros y circenses que ha recibido este jueves en la audiencia dedicada a los participantes de este Jubileo del espectáculo ambulante y popular .

Y esto lo hacen –ha observado el Santo Padre– mediante exhibiciones que tienen la capacidad de elevar el alma, mostrar la audacia de ejercicios particularmente complicados, fascinando con la maravilla de la belleza y proponer ocasiones de sana diversión. 

Asimismo, ha asegurado a los presentes que la “fiesta y la alegría” son signos característicos de su identidad, su profesión y vida, y que en el Jubileo de la Misericordia no podía faltar esta cita.

Además, el Santo Padre ha indicado que estos artistas tienen un recurso especial ya que con sus continuos viajes pueden “llevar a todos el amor de Dios, su abrazo y su misericordia”. Pueden ser –ha añadido– comunidades cristianas itinerantes, testigos de Cristo que está siempre en camino para encontrar también a los más alejados.



Por otro lado, el Papa ha felicitado a los presentes porque en este Año Santo, han abierto sus espectáculos a los más necesitados, a pobres y sin techo, presos y jóvenes desfavorecidos. También esto es misericordia, “sembrar belleza y alegría en un mundo a veces sombrío y triste”.

Ha aseverado que el espectáculo ambulante y popular es la forma más antigua de entretenimiento; está en manos de todos y dirigido a todos, pequeños y grandes, en particular a las familias; difunde la cultura del encuentro y la sociabilidad en la diversión. Por ello, Francisco ha precisado que sus espacios de trabajo pueden convertirse en lugares de agregación y de fraternidad. Así, les ha animado a estar siempre abiertos a los pequeños y necesitados y ofrecer palabras y gestos de consuelo a quién está cerrado en sí mismo.



El Santo Padre, consciente de que por el trabajo que realizan es difícil que pertenezcan a una comunidad parroquial de forma estable, les ha invitado a “tener cuidado de su fe”, y aprovechar todas las ocasiones para “acercarse a los sacramentos”. Del mismo modo ha pedido a las Iglesias particulares y parroquias a estar atentas a las necesidades de la gente ambulante. La Iglesia –ha asegurado– se preocupa de los problemas que acompañan la vida itinerante y quiere ayudar a eliminar prejuicios que a veces les dejan un poco a los márgenes.

Para concluir les ha recordado que deben siempre realizar su trabajo con amor y cuidado, confiados en que Dios les acompaña con su providencia, siendo “generosos en las obras de caridad, disponibles a ofrecer los recursos y el genio de sus artes y profesiones”.

Y finalmente, les ha recordado a los presentes el bien que hacen a la sociedad, quizá muchas veces sin ni siquiera darse cuenta, o sin saberlo, en un trabajo que “siembra mucho bien”.


jueves, 16 de junio de 2016

Visita del Papa a un centro de discapacitados mentales

El pasado 13 de mayo, en continuidad "germánica" con las iniciativas del Jubileo de la Misericordia, Francisco quiso estar de nuevo en las "periferias", en la comunidad ‘Il Chicco’, palabra que en italiano significa "semilla".


Es la quinta iniciativa jubilar del Papa durante este Año de la Misericordia. En enero visitó una residencia para ancianos y enfermos en estado vegetativo; en febrero una centro de rehabilitación en Castel Gandolfo; en marzo el centro de recepción (Cara) para refugiados en Castelnuovo di Porto, y en abril fue el viaje a la isla de Lesbos en Grecia.


Il Chicco asiste a personas marginadas de la sociedad y pertenece a la gran familia Arche, fundada por Jean Vanier en 1964 y presente en más de 30 países de los cinco continentes. La comunidad Chicco fue la primera fundada en Italia en 1981, está en la zona de Ciampino colindante con la capital y hospeda actualmente a 18 personas con grave discapacidad mental.


Jean Vanier
El papa Francisco ha querido dar otra muestra más contra la cultura del descarte. No se puede privar de amor, alegría y dignidad solamente porque uno es portador de una discapacidad mental”, indica el comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede que notifica el evento. Y añade: “Nadie puede permitirse discriminar debido a prejuicios que marginan y cierran en la soledad a familias y asociaciones”.

En el centro situado en Ciampino hay dos ‘casas familia’, los ‘hogares’ La Viña y El Olivo. El Santo Padre las visitó, se sentó en la mesa, merendó con los internos y los voluntarios escuchando las palabras de Nadia, Salvatore, Vittorio, Paolo, María Grazia, Danilo… compartiendo con alegría este momento familiar. Visitó también a las personas más graves, llevándoles su cariño.


Francisco también visitó los talleres en los que cada uno de ellos puede realizar artesanías de acuerdo a su capacidad y al concluir la visita, en la capilla, Francisco les tomó de la mano para rezar y se despidió de ellos.

Este centro vive en gran parte de la providencia y por ello el Pontífice les llevó una donación personal así como fruta, dulces y otros alimentos que fueron recibidos con aplausos.

martes, 14 de junio de 2016

Francisco preside el Jubileo de los enfermos

Dentro del Año de la Misericordia, el Jubileo de los Enfermos y Discapacitados ha sido una de las jornadas más importantes. Para que nadie se quedara sin saber qué pasaba, incluso hubo traducción simultanea para sordomudos, pasajes del Evangelio leídos por los participantes y representación teatral de algún episodio de las lecturas.

La homilía del Papa estuvo dedicada a los enfermos que había en la plaza y, en general, a todos los que sufren en el mundo. Francisco volvió a cargar contra la cultura del descarte y dijo que la naturaleza humana lleva inscrita en sí misma la realidad del límite, aunque en estos días quiera negarse esa realidad.

"En esta época en la que el cuidado del cuerpo se ha convertido en un mito de masas y, por tanto, en un negocio, lo que es imperfecto debe ser ocultado porque va en contra de la felicidad y la tranquilidad de los privilegiados y pone en crisis el modelo imperante. Es mejor tener a estas personas separadas, en algún 'recinto' -tal vez dorado- o en las 'reservas' del pietismo y del asistencialismo, para que no obstaculicen el ritmo de un falso bienestar”.

Francisco recordó que no sólo existe el sufrimiento físico, también está el del espíritu. La patología de la tristeza que llega siempre de la falta de amor.

"El mundo no será mejor cuando esté compuesto solamente por personas aparentemente 'perfectas', por no decir 'maquilladas', sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo”.

El camino de la felicidad pasa siempre por ser capaces de amar, explicó el Papa.

jueves, 19 de mayo de 2016

CONSOLAR AL TRISTE



Una lágrima...
Esta es la historia de una lágrima. Y la lágrima existía, como existe la tristeza.
Pero no estaba sola. 
Y Jesús...
Al ver a la viuda, sintió compasión y le dijo: “No llores” (Lc 7, 13)
Y a la mujer: “Tu fe te ha salvado. Vete en paz” (Lc 7, 50)
También se agachó y, con el dedo, se puso a escribir en el suelo (Jn 8, 6b)
Y, en otra, tomándola de la mano, le ordenó: “Muchacha, levántate.” (Lc 8,54)
Y aquella mañana a ella le dijo: "Mujer, ¿por qué lloras?" Y la llamó por su nombre... (Jn 20,13)
Y en ese oficio de consolar…
Su palabra: el silencio
Su gesto: La mano tendida
Su mensaje: la Buena noticia
Su aliento: la esperanza
La imagen: el horizonte, Su camino
Un sentimiento: Su Ternura
Un sabor: el del Encuentro
Una textura: la de Su abrazo
Y esta es la historia de una lágrima. Y la lágrima existía, como existe la tristeza.
Pero no estaba sola. 
Asómate, escuchó... Asómate, que yo caeré contigo...
Mi deseo...
Asomarme contigo.

FUENTE. Gloria Díaz Lleonart. www.pastoralsj.org

jueves, 12 de mayo de 2016

VESTIR AL DESNUDO



Se han vuelto a poner de moda los programas de televisión de cambios de estilo. En ellos, personas que quieren un “cambio” se presentan sin recursos, emocionalmente inestables, “desnudos" ante situaciones que no saben gestionar: una imagen para un trabajo, crisis que les han dejado sin medios, etc. Los estilistas les aconsejan, les visten con un nuevo look y a la vez parecen acompañarles en lo que será una nueva etapa de su vida.
La situación es cómica, el estilista comenta con desfachatez su estilo, a la vez que intenta sacarle lo más íntimo y profundo que le lleva a la televisión. Hay mucha superficialidad, emotividad y acogida barata.

La desnudez se presenta de muchas maneras, por supuesto que no podemos olvidar a quienes necesitan de nuestra ayuda para vestir con dignidad.  Hay momentos donde el vestido se convierte en una urgencia.

Dice Marko Rupnik sj que “el vestido tiene que ver con la identidad más profunda de la persona. Tan es así que la desnudez es la pérdida de esa identidad y expresa su cercanía a la muerte”. Entonces, lo de vestir al desnudo ya no es solamente dar nuestra ropa pasada de moda a Cáritas, sino que se convierte en la obra de ayudar a recuperar la intimidad y la profundidad de la persona, crear espacios, situaciones, relaciones que colaboren en la rehabilitación del que ha perdido sus rasgos más íntimos.

Vestir al desnudo exige un profundo respeto, pues no se trata de imponer mis gustos o mi visión de la vida. Se trata de acompañar a quien necesita restaurar su humanidad, lo mejor de su modo de proceder y de situarse ante la vida; es ofrecer abrigo al que siente frio para que no bajen sus defensas. Vestir al desnudo no es hacer de estilista que crea algo nuevo, que experimenta con colores, tejidos y peinados, sino ayudar a descubrir o redescubrir el fin para el que ha sido creado, a vivir vidas con sentido y horizonte, a ver lo que Dios nos ha dado para que nuestra vida vaya a más.



FUENTE. David Ortiz. www.pastoralsj.org

lunes, 9 de mayo de 2016

La Bula del primer Jubileo (año 1300)

Con motivo del Jubileo de la Misericordia se están organizando en el mundo entero multitud de actos conmemorativos y celebrativos.


El Senado de Italia, con la colaboración de diferentes instituciones como la Biblioteca Apostólica Vaticana, el Museo de la Zecca del Instituto Poligráfico del Estado, o la Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano, ha organizado una exposición en la que se reúnen materiales bibliográficos y documentales de la historia del Jubileo; casi 500 documentos de gran interés histórico.

La muestra se inauguró el pasado 13 de marzo y podrá visitarse en el Palazzo Giustiniani de Roma hasta el próximo 1 de mayo. Lleva por título “Antiquorum Habet”, que es el nombre de la bula por la que el papa Bonifacio VIII promulgó el primer jubileo en el año 1300.

Bonifacio VIII 
La gran estrella de esta exposición es la bula papal original de convocatoria del primer Jubileo, pero también pueden encontrarse libros, sellos, cuadros, monedas, planos de Roma de la época y documentales televisivos de cómo se vivió en la Ciudad Eterna el Año Santo de 1950.

Los documentos de la muestra podrán consultarse también en la web preparada para la ocasión.

jueves, 5 de mayo de 2016

DAR DE BEBER AL SEDIENTO



A veces llegar de una carrera y que te den a beber una lata de coca cola, más que quitarte la sed, te genera aún más ganas de seguir bebiendo. Cuando Jesús nos dice a cada uno de nosotros “dadles vosotros de bebed”, confieso que me entra un poco de “miedo” porque no siempre es fácil encontrar lo que de verdad “quita la sed a cada uno”. Y digo a cada uno, porque he comprobado que “dar de beber al sediento” no es cuestión de tirar del primer bote de coca cola que tienes al lado, del primer recurso de palabras consoladoras, o de tu mejor intención. Hace falta un paso previo y fundamental que tiene que ver con escuchar con profundidad, empatizar al máximo, pero sin bajar del todo al “pozo” (en esa imagen tan ilustrativa que te explican en esos cursos de escucha activa y relación de ayuda) porque desde tan abajo, ya no vas a poder “saciarle”, y sobre todo sabiendo que no podemos ir de “salvadores” por el mundo (aunque alguna vez lo hagamos sin mala intención).

Dar de beber al sediento es una tarea complicada, que implica a veces quedarse uno con sed, que implica aceptar que no somos nosotros los que vamos a darle ese “agua” tan necesitada. En algunas ocasiones seremos sólo buenos guías del camino para encontrarla. 

Otras, simples mediadores, puentes con otros, que serán los que de verdad les sepan dar de beber. Tanto en estas como en otras ocasiones, se requiere una valentía especial y sobre todo una actitud de humildad fuerte. Aceptar que aunque queramos ayudar a muchos, a todos, no podemos. Aceptar que sólo podemos ser servidores de algunos, que nuestra agua no es la que más quita la sed, aceptar que hay Uno que de verdad nos calma, nos da vida, nos quita la sed para siempre, aceptar digo, pasa por abajarnos, reconocernos frágiles y muchas veces, por ponerlo todo en sus manos, en SU voluntad y simplemente, pasa por confiar.

Ojalá sepamos en nuestro día a día, dar de beber al sediento, y en muchas ocasiones, encontrar las personas y las formas que otros nos enseñen, para dar de beber o incluso, para que otros den de beber por nosotros.

FUENTE. Javier Dias sj. www.pastoralsj.org

jueves, 28 de abril de 2016

ACOGER AL FORASTERO



Me quedo.

Me quedo con tu mirada.

Con tu mirada y con tus ojos negros.

Me quedo contigo, pelirroja, en el flash que te alumbró en una carretera.

Me quedo en la madrugada, yendo a tapar a mi hija bien morena, y a la otra bien pelirroja, no vaya a ser que pillen un catarro.

Me quedo con tu desgarro y con tu impotencia y con tu miedo y con tu frío y con tu rabia y con tu agotamiento.
Me quedo con todo eso grabado,mientras sujetas fuerte a tu hijo... no vaya a ser que se te escurra ahora entre los brazos... justo ahora, que ya estáis los dos, a salvo y en tierra.

Me quedo con la orilla de una playa turca y de otra griega y de otra canaria.

Me quedo con tres extranjeros y magos y sabios, llegando cada uno de tres sitios bien lejanos, seguros de que han encontrado, por fin, lo Bueno.

Y con un mapa sin tierras  porque... para qué, si todos"somos ciudadanos de los cielos" (Que ya lo sabían aquellos magos, que por algo eran sabios).

Me quedo con un niño de horas en la intemperie de Belén y me quedo en la noche de los que no le dieron abrigo.

Me quedo con tu carcajada porque juego contigo en una cuneta y te hace gracia mi gorra.

Me quedo con tu piel más blanca o más morena porque vienes de otro lado .
Y con el cuero de tus sandalias que es distinto al mío.

Me quedo con tus pies extranjeros, si apenas levanto mis ojos del suelo... cada vez que paso por  delante de tu  extranjera mirada, apostada,  cada día, en la misma acera.

Me quedo con un galileo charlando en un pozo con una samaritana.

Me quedo con con una vía de tren demasiado larga e imperdonablemente llena de pasos.

Me quedo con una bebida caliente, unas galletas y una manta en una estación.
Me quedo con las estaciones a las que llegan trenes .
Me quedo con tu mirada forastera bajando del tren.
Y con la tuya en esas vías donde, en vez de trenes, caminas peregrinoyforastero igual de agotado y triste que de confundido y esperanzado.

Me quedo escondido en la mañana en algún monte Gurugú y me quedo esperando la noche para correr monte abajo, aterrado.

Me quedo con el frío, la lluvia y el barro calando tu piel y tus zapatos, sumando ya demasiadas mojaduras,  mientras oigo llover afuera.

Me quedo con tu espalda mojada y rota y roto tu bebé en ella porque no puede más.

Me quedo con el pescador turco que se lanzó al mar a por ti y con el voluntario que te abrazó con una manta al llegar al puerto.

Me quedo escribiéndote  desde donde estoy.

Me quedo con un dibujo  en una hoja cuadriculada: me quedo con el fuego, los cuerpos desmembrados y la sangre en el suelo que dibujaste con tus pinturas de niño... y con los caminos que conducen directos a la casas que dibujaste, contento, en el otro lado del papel.

Me quedo con el "id por todo el mundo..." y con "el mundo es nuestra casa"...y " con el venid a Mí los que estéis cansados"...

Me quedo con la mirada del país que te acogió y en el que temeroso cerró sus puertas.

Me quedo con el soldado que te golpeó para que no te colaras dentro... y con el otro que abrió paso para que pudieras llegar.

Me quedo contigo, extranjero y peregrino y con María aún muy débil y con José decidido y con Herodes celoso y cegado y con 700 millas de camino por delante los tres.

Me quedo extranjero, que todos lo fuimos, en Egipto, un día.

Me quedo con mi Dios, que entonces, es un Dios forastero.

Me quedo.
Me quedo sin excusas, la verdad.

FUENTE. Cova Bayón. www.pastoralsj.org

lunes, 25 de abril de 2016

Jubileo de los adolescentes: el amor es el documento de identidad del cristiano


Este domingo 24 de abril, en el contexto del Jubileo de la Misericordia, hemos celebrado en la Iglesia el Jubileo de los adolescentes

Nos ha parecido interesante recoger algunas ideas en este blog dirigido, sobre todo, a la comunidad educativa.

El papa Francisco invitó a los jóvenes a seguir a Jesús, a entender la verdadera dimensión del amor y de la libertad, que no es egoísmo. Y a saber decir no a los falsos modelos que les proponen. Porque amar quiere decir dar, no sólo algo material, sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las propias capacidades. Y saber que el documento de identificación del cristiano es el amor mutuo y el estilo la práctica de las obras de misericordia.


A continuación un resumen de las palabras del Papa:

“Queridos muchachos: Qué gran responsabilidad nos confía hoy el Señor. Nos dice que la gente conocerá a los discípulos de Jesús por cómo se aman entre ellos. En otras palabras, el amor es el documento de identidad del cristiano, es el único “documento” válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús.

Si este documento caduca y no se renueva continuamente, dejamos de ser testigos del Maestro. Entonces les pregunto: ¿Quieren acoger la invitación de Jesús para ser sus discípulos? ¿Quieren ser sus amigos fieles? El amigo verdadero de Jesús se distingue principalmente por el amor concreto, no el amor en las nubes. (...) Esto es un trabajo de todos los días, aprender a amar.

Ante todo, amar es bello, es el camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. (...)

Miremos al Señor, que es invencible en generosidad. Recibimos de él muchos dones, y cada día tendríamos que darle gracias. Quisiera preguntarles: ¿Dan gracias al Señor todos los días? Aun cuando nos olvidamos, él no se olvida de hacernos cada día un regalo especial. No es un regalo material para tener entre las manos y usar, sino un don más grande para la vida. Nos regala, ¿qué nos regala?, nos regala su amistad fiel, el Señor es siempre un amigo que no la retirará jamás. Aunque lo decepciones y te alejes de Él, Jesús sigue amándote y estando contigo, creyendo en ti más de lo que tú crees en ti mismo. (...)

El Señor está siempre junto a ti y está contento de estar contigo. Como hizo con sus discípulos jóvenes, te mira a los ojos y te llama para seguirlo, para «remar mar a dentro» y «echar las redes» confiando en su palabra; es decir, poner en juego tus talentos en la vida, junto a él, sin miedo. Jesús te espera pacientemente, espera una respuesta, aguarda tu ‘sí’.

Queridos chicos y chicas, a la edad vuestra surge de una manera nueva el deseo de afeccionarse y de recibir afecto. Si van a la escuela del Señor, les enseñará a hacer más hermosos también el afecto y la ternura. Les pondrá en el corazón una intención buena, esa de amar sin poseer: amar sin poseer, de amar a las personas sin desearlas como algo propio, sino dejándolas libres. Porque el amor es libre, no existe amor si no es libre. (...).

En estos años de juventud ustedes perciben también un gran deseo de libertad. Muchos les dirán que ser libres significa hacer lo que se quiera. Pero a esto es necesario saber decir no. Si tu no sabes decir no, no eres libre, libre es quien sabe decir sí y sabe decir no.

La libertad no es poder hacer siempre lo que se quiere: esto nos vuelve cerrados, distantes y nos impide ser amigos abiertos y sinceros (...).

En cambio, la libertad es el don de poder elegir el bien. Esto es libertad, es libre quien elige el bien, quien busca aquello que agrada a Dios, aun cuando sea fatigoso. No es fácil. Pero creo que ustedes no tienen miedo de las fatigas, son valientes, son valientes. Sólo con decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los que vale la pena dar la vida. (...).

No se contenten con la mediocridad, con “ir tirando”, estando cómodos y sentados; no confíen en quien les distrae de la verdadera riqueza, que son ustedes, cuando les digan que la vida es bonita sólo si se tienen muchas cosas; desconfíen de quien quiera hacerles creer que son valiosos cuando los hacen pasar por fuertes, como los héroes de las películas, o cuando llevan vestidos a la última moda. Vuestra felicidad no tiene precio y no se negocia; no es un “app” que se descarga en el teléfono móvil: ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor. La libertad es otra cosa.

Porque el amor es el don libre de quien tiene el corazón abierto; el amor es una responsabilidad bella que dura toda la vida; es el compromiso cotidiano de quien sabe realizar grandes sueños. (...)

El amor se alimenta de confianza, de respeto y de perdón. (...).

¿Cómo podemos crecer en el amor? El secreto está en el Señor: Jesús se nos da a sí mismo en la Santa Misa, nos ofrece el perdón y la paz en la Confesión. Allí aprendemos a acoger su amor, hacerlo nuestro y a difundirlo en el mundo. (...).

El Papa confiesa en el Jubileo de los adolescentes
En la vida siempre se cae porque somos pecadores, somos débiles. Pero está la mano de Jesús que nos levanta cuando nos caemos. Jesús nos quiere de pié. Esa palabra hermosa que Jesús le decía a los paralíticos: ‘levántate’. Dios nos creó para estar de pié.

(...)

Hagan como los campeones del mundo del deporte, que logran llegar a las metas altas entrenándose todos los días con humildad y duramente. Que vuestro programa cotidiano sean las obras de misericordia. Entrénense con entusiasmo en ellas para ser campeones de vida, campeones de amor. Así serán conocidos como discípulos de Jesús. Así tendrán el documento de identificación de los cristianos y les aseguro que vuestra alegría será plena.

miércoles, 20 de abril de 2016

DAR DE COMER AL HAMBRIENTO


Alimentarse es la primera necesidad que los seres humanos hemos de tener cubierta para poder realizar todo lo demás. En una sociedad aparentemente sobrealimentada la primera de las obras de misericordia se presentaba lejana… sin embargo, la actual crisis económica ha traído a nuestras casas noticias de malnutrición infantil, imágenes de personas haciendo colas en comedores sociales y oficinas de Cáritas y otras ONGs en las que la distribución de alimento ha cobrado lamentablemente de nuevo protagonismo. 

En otras partes del mundo están demasiado acostumbrados a ver a personas muriendo por no tener alimento. Las hambrunas se van sucediendo como las estaciones golpeando a poblaciones enteras. Quizá esto nos duele menos por ser realidad lejana y por lo acostumbrado que estamos a ver imágenes que quitan la dignidad a quienes contemplamos quietos y en silencio…

Jesús se identifica con aquél que pasa hambre y nos dice que el Reino de su Padre está abierto a aquellos que se conmueven y dan de comer al hambriento. Y es que la misericordia es eso, sentir las miserias del otro y como consecuencia de esa compasión ayudarlo y auxiliarlo. El Señor va más allá y Él mismo se hace pan para darse a una humanidad necesitada de todo tipo de panes.

Dar de comer al hambriento no es dar lo que nos sobra, aunque irónicamente entonces daríamos mucho pues necesitamos bastante poco. Se trata de ir más allá, adecuar nuestros hábitos de consumo a las necesidades reales, no desechar alimentos y, cómo no, dar gracias por lo que tenemos porque sólo así seremos capaces de caer en la cuenta de que hay otros muchos que necesitan de eso que para nosotros parece básico, el alimento diario.

FUENTE. Antonio Bohórquez. www.pastoralsj.org

lunes, 18 de abril de 2016

Trabajo sobre el Jubileo de la Misericordia en 2º ESO

A lo largo de estas semanas, en las dos clases de 2º de la ESO, hemos estado trabajando sobre el Jubileo de la Misericordia. Básicamente, la tarea ha consistido en: buscar información, seleccionar lo más relevante de cada tema y prepararla para presentar ante el resto de compañeros de dos formas, con un mural y con un programa informático de presentaciones.

El hacer un mural para tenerlo a la vista en el aula cubre un doble objetivo: ganar en capacidad de síntesis, es decir, mejorar la competencia de ver lo esencial de un tema para plasmarlo de manera sintética y completa en un soporte físico; y que nos sirva de recordatorio: el Jubileo dura un año completo y debemos tenerlo delante de nuestros ojos para que no olvidemos la gran intención del Papa Francisco para este año.


Por otro lado, aunque el contenido de las presentaciones era lo más importante, el profesor puso de relieve la relevancia del "envoltorio", es decir, la importancia de saber presentar bien los temas, hablar en público con solvencia y profesionalidad. Desde el principio, todos tuvimos claro que las presentaciones debían ser ágiles, vivas, visuales y con apoyos de elementos gráficos y vídeos.

Tanto en 2º A como en 2º B nos dividimos en siete grupos de unas tres o cuatro personas cada uno: grupos pequeños y equilibrados para que todos se sintieran implicados en la tarea. Cada grupo trabajó un aspecto del Jubileo señalado por el profesor:




Grupo 1: Jubileo en general. ¿Qué es? ¿Cuál es el origen y el significado de la palabra? ¿Por qué se ha convocado este en concreto? ¿Cuántos ha habido a la lo largo de la historia de la Iglesia? ¿Cuándo y quién los convocó? ¿Qué tipos de Jubileos existen?, etc.


Grupo 2: Jubileo del Año 2000. Nos pareció importante poner el Jubileo actual con el precedente, de tal forma que viéramos el contexto inmediato. ¿Qué fue? ¿Quién y por qué lo convocó? ¿Cómo se preparó y qué actos fueron los más importantes? ¿Tuvo elementos gráficos?, etc.
Logotipo Jubileo 2000




Grupo 3: el Jubileo en las redes sociales y Bula de convocatoria. Estos grupos tuvieron que mostrar al resto la página web oficial, sus apartados, su estructura, diseño y, en general, la presencia del Jubileo en la red a través de Instagram, twitter, facebook, youtube, etc.

Grupo 4: las catequesis jubilares del Papa Francisco. Nos pareció importante la iniciativa del Papa de comenzar todos los sábados una catequesis especialmente dedicada al Jubileo. ¿De qué ha hablado el Papa todos los miércoles y sábados a lo largo de estos meses? ¿Cuáles han sido los temas principales? Se trataba de identificar en cada una de las catequesis el día y sitio en que tuvo lugar, el tema principal enunciado en dos líneas y, finalmente, escoger una de las catequesis y analizarla con más detalle para presentarla resumida al resto de la clase.


Grupo 5: calendario del Jubileo. Dentro del Jubileo hay "pequeños jubileos". Quisimos analizar lo más relevantes que ya se han celebrado o se van a celebrar. Por ejemplo, el de la Curia romana, del que conseguimos hasta vídeos de su desarrollo, o el previsto para los adolescentes, que tan de cerca nos toca.



Grupo 6: las obras de misericordia. Son el eje fundamental sobre el que la Iglesia ha querido que gire todo el Jubileo. En este blog estamos publicando entradas sobre cada una de las catorce obras de misericordia, para que todos podamos meditar el modo en el que imitamos a Jesús y su Corazón misericordioso.



Francisco ante la Puerta Santa
Grupo 7: la Puerta Santa y la peregrinación. Los grupos de alumnos que analizaron este aspecto del Jubileo explicaron con palabras e imágenes cuál es el símbolo de las puertas santas y cuáles fueron abiertas por el Santo Padre: la de San Pedro del Vaticano, las de las otras tres basílicas mayores de Roma y, de forma especial, la de la catedral de Bangui, capital de la República Centroafricana. También nos mostraron la realidad de la puerta santa en la iglesia diocesana de Madrid: la de la catedral de Nuestra Señora de La Almudena.



miércoles, 13 de abril de 2016

VISITAR A LOS PRESOS (2)



- ¿Visitar a los presos?
- Sí, eso mismo. Una obra de misericordia.
- Pero no será a todos… se referirá a los presos que son conocidos, a los familiares…
- No.
- Entonces… a los inocentes o injustamente encarcelados, ¿no?
- No. Se refiere a los presos. Sin adjetivo ninguno.
- ¡¡¡Pero eso no es lógico!!! ¿Te refieres a los que se han dado cuenta del mal que han hecho, se han arrepentido y quieren cambiar?
- No. Me refiero a los presos, a todos.
- ¡¡¡Pero si no se lo merecen!!! Algo habrán hecho para estar encerrados…
- Por eso hay que visitarlos, porque no se lo merecen…
- Eso es ilógico… No tiene sentido.
- Sí, es ilógico… eso es verdad, pero sí que tiene sentido, aunque no en la lógica en la que te mueves. Precisamente por eso es “misericordia”, porque no atiende a la lógica de los méritos y merecimientos. 
- Entonces… ¿no es visitarlos porque sean inocentes, o porque se hayan arrepentido? 
- No. Es por misericordia, por gratuidad, no por merecerlo o no; es independientemente de si el castigo es justo o no, es independientemente de si su pecado fue muy grande o pequeño, si tiene más motivos para estar entre rejas o menos… Esa no es la lógica de Dios, ni la de la misericordia.
- Pufffff… Yo entiendo que el desnudo, el hambriento, el enfermo… puedan conmover el corazón y provocar una respuesta en su ayuda; pero ante un crimen o un delito ¿no despierta más compasión las víctimas que los verdugos?
- Sí, claro. Pero es que la misericordia también rompe con esa lógica. 
- Creo que te entiendo… Lo dices porque muchos presos, en el fondo, son víctimas de una sociedad y de unas estructuras injustas que parecen no dejar otra salida para algunos marginados que la de delinquir para sobrevivir…
- Sí, lo digo por esos, pero no sólo por ellos. También por aquellos cuyo delito nace del propio egoísmo, de la ira incontrolada, del mal que a veces se instala en los corazones humanos…
- ¡¡¡Uy!!! Yo a esos no los visito… no me sale de dentro.
- Entonces es que esos son los más se “merecen” ser visitados, y ahí radica la verdadera misericordia, la que muchas veces no nace de un corazón conmovido sino del esfuerzo de tener que hacer de “tripas corazón”, pero confiando en una esperanza que no entiende de nuestras lógicas.
- No sé… parece que esto de visitar a los presos rompe con todas las lógicas…
- Sí, con casi todas. Lo que pasa es que el amor tiene un lenguaje propio muy particular, capaz de bendecir a los malditos, de acariciar a los que nadie quiere tocar, y de visitar a quien es separado y confinado para que nadie lo visite… se lo merezca o no.

FUENTE. Fonfo Alonso Lasheras. www.pastoralsj.org

miércoles, 6 de abril de 2016

VISITAR A LOS PRESOS



Conducimos hasta allá. Hay que salir corriendo del coche para llegar a cubierto, porque llueve. O no. Primero se pasa un control de seguridad externo donde se muestra el documento de identidad. Después se pasa un nuevo control, interno ya, en el que se recoge la identificación de la prisión a cambio de dejar el DNI. Arco de detección de  metales. Se abre una puerta, se cierra, y entonces se abre una segunda puerta. Así en tres ocasiones. Aún pueden quedar un par de controles más antes de llegar a la sala donde tendrá lugar la reunión. Uno ya ha perdido la cuenta de las puertas atravesadas, así como la compostura en el vestir por quitarse el cinturón ante el arco.

Ir a la cárcel es muy molesto, muy tedioso. La verdad. Dan ganas de buscarse otra obra de misericordia.

Pasa la tarde y hay que volver a casa. Y en el coche, feliz, uno vuelve -como cada semana- a pedir perdón a Dios por la pereza con la que fue, avergonzado por el agradecimiento con el que vuelve. Porque en la cárcel ha compartido su tiempo con Jesús preso, ha velado un ratito junto a él en una noche de jueves santo de varios años de condena. Porque al llegar a casa y recordar los rostros de las personas encerradas y el pedacito de vida con ellas compartida, uno se rinde a Dios y reconoce que visitar, visitó, pero que la misericordia no la llevó a los presos, sino que de ellos la recibió.

FUENTE. Borja Miró. www.pastoralsj.org

jueves, 31 de marzo de 2016

miércoles, 30 de marzo de 2016

ENTERRAR A LOS MUERTOS




Supongo que habría una época en la que la gente quedaba sin enterrar. Muertos en guerras, en epidemias, o en la pobreza, tal vez eran abandonados de cualquier modo, para ser fruto de la rapacidad de animales o descomponerse a la vista de cualquiera. Quizás aún ocurra en algunos lugares del mundo. Y en esos espacios, probablemente esa delicadeza última de enterrar cuerpo, cenizas o lo que se tercie; ese pudor otorgado al cadáver, como memoria respetuosa con la persona que se ha ido, seguirá siendo, literalmente, la obra de misericordia. Pero, ¿tiene sentido en un mundo más acomodado seguir hablando del entierro como una obra de misericordia, o es tan solo una profesión más, vinculada a las funerarias o subsidiada por el estado de una forma aséptica y mecánica si no hay quien lo haga?

Creo que hay otra forma de entender esto del “entierro”. Tiene que ver con acompañar la muerte. Tiene que ver con ayudar a la gente a despedirse. Tiene que ver con cuidar el duelo. Y con facilitarle a las personas que puedan “dejar marchar” a los seres queridos. La experiencia de la muerte sí que es universal –e inevitable–. Todos pasaremos por ella, y todos acompañamos a personas que tienen que lidiar con la pérdida de un familiar, un amigo… Pérdidas que en ocasiones son dolorosísimas. En ese contexto del entierro, la misericordia se  pone en juego de muchas maneras, pero en todo caso es para ayudar a los vivos a despedirse y para conceder a los que se han ido el descanso digno –abierto a otra vida en función de las creencias de cada cual– .

Misericordia, entonces, es  acompañar a los vivos en la espera, en esos días difíciles de desasosiego y de acostumbrarse a la pérdida. Acompañar cerca o lejos, con la palabra o el silencio –nunca se sabe bien–. Evitarles –si es posible–los tópicos. Es acoger su dolor, sin forzarles a pasar página demasiado rápido. Es lidiar con las incertidumbres. Es dar –si uno los tiene–motivos para la esperanza.  Es cuidar también que las despedidas sean dignas. Honrar la memoria de los que se van sin enzarzarse en discusiones absurdas (porque eso también pasa), y procurarles el tipo de despedida que hubieran querido. 

En la película “Despedidas” se advierte la profunda sensibilidad de una forma de despedir a los muertos. También en un libro de ciencia ficción “La voz de los muertos”, de Orson Scott Card, donde se describe un precioso rito funerario consistente en contar la verdad de la vida de las personas, su verdad más profunda, más completa, más humana.  Son dos ejemplos. Pero, al final, cada uno tendremos que saber cómo despedir y honrar la memoria de los que se han ido. De eso se trata.

FUENTE. José María Rodríguez Olaizola. www.pastoralsj.org


miércoles, 23 de marzo de 2016

ASISTIR AL ENFERMO



Hoy no utilizaré metáforas ni rodeos. No hablaré de las enfermedades espirituales, ni de enfermedades sociales. No. La enfermedad es esa realidad que nos acaba alcanzando a todos. Es esa condición natural a la que nuestro cuerpo tiende por el hecho de estar vivo y no ser perfecto. La sufrimos en nosotros y la vemos en otros. La podemos negar, cambiar de nombre y evitar en nuestras conversaciones. O la podemos afrontar y aprender de ella. 

Con el tiempo he ido descubriendo algo que sólo intuía cuando elegí medicina como profesión. Y es que la enfermedad nos sitúa en nuestro justo lugar y saca de nosotros una de las verdades más profundas. Se convierte en maestra. Dura y exigente, pero maestra. 
Hay enfermedades banales que nos ponen apenas una piedra en el zapato. Un pequeño susto. A veces un tratamiento crónico que no nos condiciona mucho más. Esa piedra en el zapato se convierte casi en la oportunidad de hacer consciente el que caminamos.

Otras veces la enfermedad, propia o ajena, nos pone ante una realidad más seria, más grave. Nos pone frente a frente de nuestra finitud. Echa por tierra nuestro afán de omnipotencia y fortaleza. Nos desgasta hasta que un día nos lleva consigo o nos arrebata al ser querido. 

Es ahí donde aparece, casi por milagro, la realidad más honda. Que ni salud ni enfermedad; ni vida larga ni corta; nos quitan un ápice de nuestra verdad más profunda: ser criaturas de Dios. Todo lo demás no añade ni resta nada a esa dignidad y belleza fundamental. Por eso asistir a un enfermo no es más que visitar a la otra persona en esa verdad desnuda: eres mi hermano. Y yo no soy ni más ni menos. Puedo entonces acompañar sin verborrea ni moralina, puedo quedarme en silencio sin compasiones doloristas, puedo hasta bromear sin que eso sea una huida del problema. Es simplemente estar con el otro. Visitar la persona y no la enfermedad. Ahí está el alivio más profundo. 



FUENTE. José María Rodríguez Olaizola. www.pastoralsj.org

viernes, 18 de marzo de 2016

La misericordia es dejarse corregir por Dios

El papa Francisco celebró el miércoles 2 de marzo otra audiencia general en la plaza de San Pedro. Reflexionó sobre la relación que existe entre misericordia divina y corrección.
En el resumen de la catequesis que Francisco hizo en español indicó que “Dios se comporta con nosotros como un padre de familia, que ama a sus hijos, los socorre, los cuida, los perdona. Y que también los educa y corrige cuando se equivocan, para ayudarlos a ser responsables, a crecer en el bien y en la libertad”.


De este modo, aseguró que la relación “padre-hijo” es figura de la alianza entre Dios y su pueblo. Esta relación –precisó el Santo Padre– se fragmenta cuando el hombre rechaza la paternidad de Dios. “A causa del pecado, pretende convertir la libertad en autonomía y, dejándose llevar por el orgullo, se contrapone a él y vive en una ilusión de autosuficiencia”, aseguró Francisco.

Por otro lado, subrayó que “cuando el pueblo se aleja de Dios, desconfía de él y no le obedece, experimenta entonces la aflicción de la prueba. Dios la permite con vistas a la salvación, para que el pueblo pecador, sintiendo el vacío y la amargura del estar lejos de él, pueda abrirse a la conversión y al perdón”. Y así, el Pontífice quiso recordar que “Dios habla amorosamente a la conciencia de sus hijos, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo por él”. Asegurando que “la salvación es siempre un don gratuito de Dios”, advirtió de que “supone la decisión de escucharlo y dejarse convertir por él”.

Finalmente, el Santo Padre aseveró que “la corrección forma parte del camino de la misericordia divina”. Dios –concluyó– perdona a su pueblo, deja siempre una puerta abierta a la esperanza, Dios no cierra nunca la puerta, y le indica que el camino de la salvación no es el de los sacrificios, sino la práctica del bien y la justicia.



A continuación, saludó a los peregrinos de lengua española: “Que el Señor Jesús nos alcance la gracia de acoger el perdón y la misericordia que el Padre ofrece gratuitamente a todos, para que aprendamos a vivir como hijos suyos”.

Tras finalizar los saludos en las distintas lenguas, Francisco dedicó unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. A los enfermos, les invitó a mirar la cruz de Cristo “como apoyo en vuestro sufrimiento”. Y para concluir, exhortó a los recién casados a ejercitar en su vida conyugal “el ayuno de las obras del mal y la práctica de las virtudes”.