En esta casa viven 21 sacerdotes ancianos, algunos muy enfermos. Se han gastado durante toda la vida para ayudar a las personas, y el Papa fue para darles las gracias: "Me da mucha alegría visitaros. Vengo para daros las gracias", les dijo. También les regaló unos libros y una botella de vino del Jubileo.
Saludó uno a uno a los sacerdotes, y les dijo que sueñen con el bien que todavía pueden hacer por la Iglesia. Les pidió que recen para que haya muchos y buenos sacerdotes jóvenes.
También Francisco dio las gracias a las personas que les atienden. La visita fue breve, pero emocionante. Además, esa misma tarde, el Papa visitó otra comunidad de sacerdotes, que, como explicó el Vaticano sin dar detalles, están en tratamiento para recuperarse de problemas.
Saludó uno a uno a los sacerdotes, y les dijo que sueñen con el bien que todavía pueden hacer por la Iglesia. Les pidió que recen para que haya muchos y buenos sacerdotes jóvenes.
También Francisco dio las gracias a las personas que les atienden. La visita fue breve, pero emocionante. Además, esa misma tarde, el Papa visitó otra comunidad de sacerdotes, que, como explicó el Vaticano sin dar detalles, están en tratamiento para recuperarse de problemas.